Casa tomada

Siempre soñamos con tener nuestro lugar , nuestro hogar. Cuando una se junta, casa o concubina, no viene al caso, aparece la decoradora que hay en vos y despliega todas sus artes. Al principio discutís sobre gustos, pero tarde o temprano, tu chico delega el tema casa, con tal de que no le rompás… El living te quedó precioso con ese sillón de dos cuerpos color manteca, que además es lavable. El te objeta el color, pero estás tan contenta que lo deja pasar. Te gusta la mezcla de rústico y moderno…
El comedorcito con la mesa y sillas estilo campo, pega perfecto con el resto de tu casa.
En cualquier momento terminan las cortinas blancas que encargaste, y te das por satisfecha.
La casa está en orden…

Un buen día aparecen los hijos, y crecen… Qué rápido crecen por Dios!
En un abrir y cerrar de ojos, comen, gatean, corren, hablan, dejan los pañales, van al jardín, y en los chicos la adquisición de cierta independencia, conlleva la conquista de territorios antes vírgenes, inexplorados.
Corren los mojones de tu casa, de ahora en más, ex casa, y el trabajo de hormiguita, da resultados.
Te despertás, te bajás de la cama, y te clavás el muñequito de la cajita feliz… Ese es un lindo amanecer! Ay! Bueno, recién empieza la mañana…Empecemos de nuevo… Mejor ni cambio de pie, a ver si también te jodés el otro.
Caminás por el pasillo, digo, esquivás el campo minado de juguetes, para no sufrir una perforación de planta del pie, o terminar con un autito de piercing.
Y descubrís que tenés hijos talentosos… Son unos artistas… Los murales de la casa han ido mejorando… ya no es un simple rayón de crayón, ahora son negativos de manos, corazones, nenas, casas y flores que le compiten a las cuevas, me atrevería a decir, de Altamira o a Lascaux.
Son valientes, no arrugan ante nuevas texturas, van pal frenti, y prueban las témperas o fibras en las cortinas, y la mesa de mi ex comedorcito, es una maravilla. Parece un muestrario completo de Miksa.
Pero mi obra preferida es, sin duda, mi ex sillón de dos cuerpos, que antaño era mantequita, ahora es atigrado. Claro, que de lavable, no tenía nada. Las manchas se apoderaron de él, pienso que uno o dos años más, no lo tendré ni que retapizar, ya que está a un paso de tornarse marrón chocolate, como a mi me gusta…Tiene una ondaaa!!!
Y cuando viene alguien de visita, mi casa está impecable como atelier de artista…
De la vergüenza a la aceptación de la realidad, hay un pasito.
Y sí, mi casa está tomada por les petits artistes.

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Qué lindo es el verano!
5 minutos...mentirosos!
Antes y después...Cómo cambia la vida!