La ropita del bebe y cía.

Cuando una se entera que está embarazada (y antes también), empieza a ver qué cosas le compraríamos a nuestro bebé.
Recorremos todos los locales de ropita, jugueterías, cochecitos, cuna, pañaleras, sábanas, toallas, zapatitos, hasta el más mínimo detalle lo tenemos grabado a fuego en nuestra cabeza. Hemos soñado esta situación desde que éramos niñas, y falta poco por llevarla a la realidad.
Sabemos exactamente cómo ambientar su cuarto, nos compramos revistas de decoración, vamos acopiando ropita, cajas, mantas, babitas, baberos, memas, chupetes, cierra puertas, tijeritas, alicates, jabón, perfumes, adaptadores, y, si, todo viene bien para calmar nuestra sed de compras (que para nuestros chicos, las cosas que adquirimos resultan poco práctico, en fin, cosas al pedo), pero para nosotras, es la satisfacción de sentir que vamos tachando ítems de la lista pensada…Es que nada debe faltarle al bebé.

Y es de esa manera que luego cuando nacen, hacemos mea culpa (obvio que interna, y nunca a vivas voces), de las porquerías que compramos, y nunca usamos…

El capricho puede ser un sacaleches que se rompió mientras jugabamos a Pepita la pistolera…la mochilita, porta bebé, tan útil que pedimos a nuestras amigas como indispensable, y todavía descansa en su caja original…el esterilizador de las memas, quedó hermoso como alhajero…el almohadón para amamantar, ahora lo usa el gato….el bolso térmico para llevar las memas de viaje, cambió de pasajero y ahora se cargan latitas de cerveza…mil gorritos que hacen juego con escarpines modernos, que se le salen a cada rato, y una parece que está viviendo el cuento de la buena pipa, nunca terminas de ponérselos…batitas y ranitas divinas, pero tan poco prácticas, las diseñadoras no se dan cuenta que el bebé queda con la panza al aire, o acaso tienen ventilación?...el alicate, ay!! todavía me acuerdo y lloro, casi le rebano el dedo!!!...el termómetro para el agua, so cute en forma de pececito, con todas las cosas que necesitas para bañarlo, eso queda último cola de perro!
En fin, si algo que compraste tu chico comenta ¨ésto compraste ¨y… ¨para qué es¨, da por descontado que la utilidad y el uso del mismo será casi igual a cero, o cuando pase el tiempo orgullosa le dirás ¨pero si lo usé una vez¨… jajajja.
Qué lindo es comprar boludeces, ajjaja