Síntomas en el embarazo: Transformers

La naturaleza es sabia, no al pedo el embarazo dura nueve meses, así una tiene tiempo suficiente para asimilar ciertas cuestiones endógenas y exógenas.

Los síntomas del embarazo son bastantes parecidos a los de la menstruación…pero con una duración que oscila entre 1 mes a 9 meses…Y si contamos el puerperio, casi un año más...
Nuestra pareja cada mes tiene una dosis de la locura, tristeza, irritabilidad, sensibilidad, hinchazón, ausencia de líbido, mal humor, dolor, en fin todo ese remolino hormonal que hace que nos sintamos incomprendidas, y a veces sola. Una muestra que se potencia sin duda en el embarazo. Si ellos no pueden entender lo que sentimos al menstruar, olvídate que te entienda al quedar.
Jajaja, no hay que ser ingenua. Ni nosotras mismas nos entendemos!!!!

Ataques de hambre voraz, que deben ser satisfechos antes que el malhumor se note a una cuadra de distancia, y se vea representado como una enorme nube negra capaz de arrasar lo que se le atraviese en el camino, hacia el antojo deseado. ( Aconsejo no contradecir jamás a una mujer con hambre, caso contrario atenerse a las consecuencias)

Vómitos repentinos que deberían participar en un concurso de quién lanza más lejos…
Naúseas…sin haber bebido nada raro…
Sueño…muchoo sueño…deberíamos hibernar como el oso…eso sería perfecto, jajaj. Siestas eternas (obvio que con el primer hijo…con el segundo comprate un multivitamínico y una bebida energizante, y rezá que te haga efecto!!!)
Cuando te dicen aprovechá a dormir ahora….Hay que hacer casoooo!!

Miedo, alegría, incertidumbre….ganas de hacer pis a cada rato, incluso a la noche, preparan el camino…

¿Sabías que las mujeres embarazadas somos Transformers?
Primero nos crece las Lolas ( aplausos de pie!!!! Bienvenidas y no se vayan!!!), la Panza se hincha, las Caderas se expanden hacia los costados, y el Culo te queda enorme. El diafragma se contrae, los líquidos van y vienen dando acidez, el nervio ciático hace de las suyas. Si antes dormías acostada, ahora casi sentada.
La ropa de antes no entra, todo crece, y crece y nada lo detiene.
Recién en ese punto de expansión, nos damos cuenta en qué clase de Transformers nos hemos convertido.
Algunas tendremos forma de vaca o chanchas, otras de ballenas, cebras o hipopótamos, las menos, y en peligro de extinción, están divinas.
Cada una con una textura nueva, nos tuneamos con manchas, estrías, celulitis, granitos, várices, hemorroides, caries, edemas, y si me olvido de alguna otra, avisen!
Y sin importar qué transformers seas ninguna puede evitar:
No dormir ocho horas seguidas, ir meándose por la vida y cada cinco minutos, estar ansiosa y especular cuándo nacerá, estar asustada ante lo desconocido, preguntar cuándo empieza la maratón, imaginar cómo será una contracción, pensar si será sano o si podré amamantar…
Durante nueve meses acumulamos grasa para poder amamantar, expandemos las caderas para darle una buena habitación, y luego, la mejor de las bienvenidas...No dormimos para que nuestro cuerpo se acostumbre, de a poquito, que cada tres horas hay que levantarse a darle de comer, nos meamos y tenemos que dejar todo corriendo, eso también es parte del entrenamiento, todo padecimiento y atentado contra el cuerpo, tiene un sentido: somos puestas a prueba como mujeres, para convertirnos en mejores madres… Bueno, eso quiero creer …